La Real Academia
Española lo define como un género literario en el que se deforma la realidad,
recargando sus rasgos grotescos, sometiendo a una elaboración muy personal el
lenguaje coloquial y desgarrado.
El Esperpento nace
en 1920, con la publicación de “Luces
de Bohemia”, ya que el autor la clasifica como tal. El Esperpento viene
de una tradición española de lo grotesco, donde se encuentra la sustitución del
plano real por la caracterización y la deformidad.
En una declaración
periodística, Valle-Inclán dijo que en literatura hay tres formas de ver a los
personajes:
- De rodillas: los personajes son presentados como seres superiores. Por ejemplo: Homero atribuye a los héroes condiciones que en modo alguno tienen los hombres).
- De pie: los personajes son vistos como seres humanos corrientes. El ejemplo sería Shakespeare.
- Desde el aire: los personajes son vistos como profundamente inferiores. En el Esperpento, él intenta dar esta visión. Pero si a Don Latino de Hispalis o a los epígonos del Modernismo es fácil verlos desde lo alto, no pasa así con Max Estrella ni con la madre del niño muerto ni con el huelguista catalán, para quienes Valle opta por la posición shakesperiana.
La base del Esperpento
está en la distancia, en el extrañamiento. Aunque está basada en la realidad,
el Esperpento trata de deformarla grotescamente. El ridículo apunta a impedir
que el espectador se identifique y se tome en serio la tragedia de los personajes.
· La
deformación, la distorsión de la realidad. Como ejemplo, al representar a la policía
a caballo, se habla irónicamente de “trote épico” y “de soldados romanos”.
· La
degradación de los personajes. Son cincuenta y cuatro. Aparecen como seres
ridículos, grotescos, que viven una tragedia. Esta degradación se manifiesta
por los frecuentes rasgos de animalización (los hombres se transforman en
“perros”, “cerdos”, etc.) y cosificación.
· Utilización
de la ironía y de la sátira.
· El
empleo de contrastes, especialmente entre lo doloroso y lo grotesco. En este
sentido, la cima sería el velatorio de Max en la escena XIII.
· El
tipo de humor utilizado. Es una risa agria e irónica.
· El
lenguaje. Asombra su riqueza y la variedad de registros. Esta variedad de registros
se utiliza o bien para caracterizar a los personas, o bien para parodiar o
criticar a algún personaje o algún aspecto de la realidad.
· Gran
cantidad de citas y referencias literarias.
· Los
diálogos. Son breves pero de extraordinaria viveza y concentrada expresividad
· Las
acotaciones. Son esenciales. Describen la caracterización de los personajes,
los gestos, los movimientos los decorados. Tienen un valor literario por sí mismas
que va más allá de lo teatral.
· Desde
el punto de vista escénico, no es una obra convencional (3 o 5 actos, con presentación,
nudo y desenlace). Gran dificultad para la escenificación. Se representó en
París en 1963 y en España en 1970. Se puso en escena sin decorados, jugando con
los efectos de luz.