RIMA LXXV


¿Será verdad que cuando toca el sueño
con sus dedos de rosa nuestros ojos,
de la cárcel que habita huye el espíritu
          en vuelo presuroso?

¿Será verdad que, huésped de las nieblas,
de la brisa nocturna al tenue soplo,
alado sube a la región vacía
          a encontrarse con otros?

¿Y allí, desnudo de la humana forma,
allí, los lazos terrenales rotos,
breves horas habita de la idea
          el mundo silencioso?

¿Y ríe y llora y aborrece y ama
y guarda un rastro del dolor y el gozo,
semejante al que deja cuando cruza
          el cielo un meteoro?

¡Yo no sé si ese mundo de visiones
vive fuera o va dentro de nosotros,
lo que sé es que conozco a muchas gentes
          a quienes no conozco!

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER