Las
aventuras de Alicia en el país de las maravillas, comúnmente
abreviado como Alicia en el país de las maravillas, es una novela de fantasía
escrita por el matemático, lógico, fotógrafo y escritor británico Charles Lutwidge
Dodgson, bajo el seudónimo de Lewis Carroll, publicada en 1865. La historia
cuenta cómo una niña llamada Alicia cae por un agujero, encontrándose en un
mundo peculiar, poblado por humanos y criaturas antropomórficas. Su narrativa y
estructura, junto con sus personajes, han sido una gran influencia tanto en la
cultura popular como en la literatura, sobre todo en el género fantástico.
En esta obra aparecen algunos de los personajes más
famosos de Lewis Carroll, como el Conejo Blanco, la Liebre de Marzo, el
Sombrerero, la Oruga azul, el Gato de Cheshire o la Reina de Corazones, quienes
han cobrado importancia suficiente como para ser reconocidos fuera del mundo de
Alicia.
Solo se conservan veintitrés copias de la primera edición
de 1865, de las cuales diecisiete pertenecen a distintas bibliotecas, y las
restantes forman parte de las colecciones privadas de algunos lectores. El
libro tiene una segunda parte, menos conocida, llamada A través del espejo y
lo que Alicia encontró allí, de 1871.
GESTACIÓN DEL LIBRO
La historia relatada en el libro tuvo tres fases. La
primera y más importante comenzó durante un paseo en barco por el río Támesis
el 4 de julio de 1862. En el barco viajaban el matemático y reverendo Charles
L. Dodgson y las tres hermanas Liddell: Lorina Charlotte, Alice y Edith, de
trece, diez y ocho años, respectivamente. Según el diario de Dodgson, el viaje
era tan aburrido que las niñas pidieron al profesor que les contara una
historia. Para complacer a las niñas, y debido al cariño especial que Dodgson
sentía por Alice, este contó a las niñas una serie de historias fantásticas que
llamó Las aventuras subterráneas de Alicia.
La segunda fase comenzó cuando Dodgson decidió recrear
aquellos relatos y escribir una historia con ellos. Esta decisión se tomó tras
la insistencia de las niñas, especialmente Alice, quienes habían quedado
entusiasmadas por la historia. Sin embargo, Dodgson no comenzó la escritura
inmediatamente. Según lo que puede leerse en su diario, fue cuatro meses
después, el 13 de noviembre del mismo año, cuando Charles Dodgson comenzó a
escribir el manuscrito de Las aventuras subterráneas de Alicia. Dodgson
terminó de escribirlo en febrero de 1863, y en seguida procedió a dibujar las
ilustraciones, las cuales terminó en septiembre de 1864. Como detalle final, el
autor incluyó un retrato ovalado de Alice Liddell en la última página. Alice
Liddell recibió el manuscrito terminado e ilustrado por el autor, en noviembre
de ese año.
Las
ilustraciones del manuscrito original estaban hechas a mano y con pluma. Esta
vez, el autor trató de hacer un trabajo más refinado, e intentó hacer los
dibujos en madera. Después de varias tentativas, concluyó que este método le
llevaría un tiempo superior al que podía dedicar a la tarea, por lo que decidió
buscar a un ilustrador profesional. Dodgson procuraba obtener figuras de clara
silueta, y pensaba que el ilustrador inglés John Tenniel era el indicado para
el trabajo.
Un mes después,
Dodgson y Tenniel entraron en contacto, y en abril de 1864 este último aceptó
hacer treinta y cuatro ilustraciones, que pasarían a ser cuarenta y dos, en
octubre de ese año. Mientras Tenniel hacía las ilustraciones, Dodgson pensó que
el título original sonaba demasiado escolar, como si se tratara de un texto
sobre minerales; por lo que se dedicó a barajar otros nombres para la obra,
hasta que finalmente optó por usar el título de Las aventuras de Alicia en
el país de las maravillas. John Tenniel entregó las ilustraciones
terminadas en mayo de 1865, y el libro fue publicado el 24 de mayo de ese mismo
año por la editorial Macmilln and Co., con un tiraje de dos mil ejemplares.
En Inglaterra, Macmillan
preparó una nueva edición que apareció en otoño de 1865. De los nuevos dos mil
ejemplares, Dodgson solicitó que uno de ellos recibiera una encuadernación
especial, en vitela blanca, para regalárselo a Alice Liddell. El libro obtuvo
gran popularidad en poco tiempo.
Años después,
en 1890, Dodgson publicó una nueva versión de Alicia, llamada Alicia para los pequeños, dirigida a
niños menores de cinco años.